Siempre hay algo que decir
Felipe vera
Las pifias de AMLO
Andrés Manuel López Obrador (AMLO),
presidente de México, “está invitando al fiscal general de la República a que
cometa un delito”, al solicitarle difundir las declaraciones de Emilio Lozoya,
manifestó el periodista Ciro Gómez Leyva.
“Acaba de decir algo inverosímil,
inconcebible, increíble; le está pidiendo, el presidente Lopez Obrador, a la
Fiscalía General de la República, que difunda, que dé a conocer la declaración
de Emilio Lozoya. El presidente López Obrador le está pidiendo al
fiscal Gertz que delinca, que cometa un ilícito, ¡increíble!”,
manifestó Ciro Gómez Leyva en su noticiero “Por la mañana” de
Radio Fórmula.
En dicha declaración, el exdirector
de Pemex señaló que Ricardo Anaya y David Penchyna recibieron 6.8
millones de pesos y 6 millones de pesos respectivamente, como soborno por la
aprobación de la reforma energética.
Además, mencionó que también Miguel Barbosa, Ernesto Cordero,
Francisco Domínguez, Jorge Luis Lavalle y Salvador Vega Casilla
recibieron en total 80 millones de pesos en total para trabajar en favor de
dicha reforma.
Durante su conferencia
mañanera, López Obrador declaró que les gustaría que la FGR diera
a conocer “todo lo que declaró Emilio Lozoya“.
Además, aseguró que el video en el que se observa la entrega fajos de
billetes de dinero a Guillermo Gutiérrez Badillo, exfuncionario del Senado y
quien fuera Secretario Privado del gobernador de Querétaro, Francisco
Domínguez, muestra la inmundicia del régimen de corrupción.
Este dinero se usaba para comprar
voluntades, conciencias, comprar votos. Según (Emilio) Lozoya,
parte de este dinero se uso para la reforma energética que tanto se promovió,
se defendió”, describió el mandatario en su conferencia de prensa en Palacio
Nacional.
¿Y Rosario Robles?
En la mañanera, el presidente fue cuestionado sobre el caso de Rosario
Robles y las condiciones en que ella sigue recluida y señaló que ese beneficio
(el de Lozoya) debe aplicarse a todos, incluso a Rosario Robles, aunque expresó
que es una decisión que debe tomar la FGR y la propia exfuncionaria.
Refirió que los testigos colaboradores son una situación muy común en
juicios en Estados Unidos, en donde los presuntos delincuentes colaboran con
las autoridades.
El enfrentamiento entre el gobierno de
Andrés Manuel López Obrador y el de Estados Unidos por el caso del General
Salvador Cienfuegos, podría seguir escalando de nivel, luego de las explosivas
declaraciones del fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, en
dos entrevistas radiofónicas concedidas el martes, y sobre todo, por la
incertidumbre de las acciones del presidente Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con el periodista Raymundo
Riva Palacio, en su columna de El Financiero, nunca antes la asunción de un
nuevo jefe de la Casa Blanca (la cual ocurrió el pasado miércoles) se había
dado en un contexto de confrontación y de tanta incertidumbre por las acciones
de un presidente, como lo es Andrés Manuel López Obrador, “que puede hacer
cualquier cosa inimaginable en un par de horas en Palacio Nacional, en función
de qué humor amaneció, cómo entendió la realidad o cómo la ajusta a su interés
personal, cómo conectó puntos que no tienen relación entre ellos y qué se le
metió en su cabeza (...)”, destacó.
Pero -destacó- en vísperas de la
llegada de Joe Biden a la Presidencia de Estados Unidos, “hemos vivido uno de
esos momentos inéditos a los que nos ha acostumbrado a experimentar, en donde
(López Obrador) apretó la marcha destructiva de la relación a partir de las
ruinas de Donald Trump, con el propósito de modificar los términos de la
relación con el presidente entrante”, señaló Riva Palacio.
Y es que a decir del periodista,
López Obrador no tiene bien calculado “el giro de la sumisión a la confrontación,
por lo racional de sus declaraciones sobre la investigación de la DEA en contra
del general Salvador Cienfuegos, y su control de daños, como poner ante los
micrófonos de la radio al fiscal general, Alejandro Gertz Manero” quien en
medio de los cuestionamientos públicos por la exoneración del General Salvador
Cienfuegos, perdió el control y escaló los vituperios.
Las declaraciones realizadas por
Gertz Manero a Ciro Gómez Leyva en una entrevista en Radio Fórmula, aseguró
que, en el caso Cienfuegos, el Departamento de Justicia estaba loco, “lo que es
una afirmación interesante para quien, en su último encuentro con el procurador
estadounidense, William Barr, lo recibió en su casa en bata de seda, para una
reunión que sólo duró tres minutos, porque sus interlocutores pensaron que no
era serio”, destacó.
Mientras que en otra entrevista, con
Carmen Aristegui, -señaló Riva Palacio- “se aventó la puntada de afirmar que
consideraba llevar al Departamento de Justicia a una corte internacional para
medir sus actos con los del gobierno estadounidense. ‘Este asunto no se va a
quedar así, ni se va a quedar en un linchamiento. ¿El chiste es darme en la
madre? No me voy a dejar’. Gertz Manero podría haber tenido un poco de memoria
y cuidar su retórica, sin necesariamente cambiar el fondo de su posición”,
señaló el periodista.
“Pero escalar rabiosamente –por el uso
de las palabras– la confrontación con el gobierno de Estados Unidos y llamar
‘loco’ al Departamento de Justicia, puede tener consecuencias para él, si
decide la CIA, por ejemplo, como un asunto de cohesión de Estado, hacer público
un expediente que tienen sobre el fiscal general en Langley, sobre un incidente
en Nueva York cuando era secretario de Seguridad Pública del presidente Vicente
Fox. López Obrador tampoco ha medido de lo que son capaces si se deciden a
actuar las agencias policiales y de inteligencia en aquella nación en su
contra. Sólo en el caso Cienfuegos, Gertz Manero reconoció que les entregaron
una parte de las evidencias contra el general, por lo que no saben qué más
puedan tener que lo incrimine”, resaltó el columnista.
“El Presidente debería saber –si
tiene información de calidad– que la DEA tiene testimonios de testigos
protegidos desde que era jefe de Gobierno de la Ciudad de México, que imputan a
cuando menos dos altos funcionarios de su gabinete, a un exsecretario, a un
alto mando en Seguridad Pública, y a personas cercanas por presuntos vínculos
con los cárteles del Pacífico y de los hermanos Beltrán Leyva. López Obrador
está sentado sobre un barril atascado con dinamita, donde él mismo prendió la
mecha la semana pasada”, destacó el periodista.
Es por eso que, a decir de Raymundo
Riva Palacio, “el comportamiento de López Obrador en los últimos días lo hace
ver, ante ojos de un gobierno extranjero, como alguien con quien mantener una
relación estable es difícil. Ya comprobaron que no respeta acuerdos bilaterales
y en lugar de mostrar su molestia por los canales diplomáticos, como procede,
insulta a un gobierno del cual México depende en más de dos terceras partes de
su economía, con la ligereza con la que difama diariamente a quienes lo
critican”.
El periodista concluyó su columna
resaltando que la actuación de los últimos días del mandatario mexicano “lo
mostró como alguien que no es de fiar. Después de más de dos años de entrega al
presidente Trump, que no lo presionó en el tema de la seguridad, se distanció
de su gobierno pateando las puertas que le dieron estabilidad para ir
demoliendo la democracia en México, sin tocar y abrir la puerta del gobierno
entrante con cuidado. Está tirando puñetazos, y si quiere pleito, seguramente,
pleito tendrá”, finalizó.
La escandalosa exoneración de
Cienfuegos muestra que el poder civil está sometido al militar: General
Gallardo
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